NUESTRO NOMBRE

INDARREZ deriva de indar, fuerza en euskera, y literalmente significa «con fuerza». Curiosamente, se utiliza sobre todo para decir «por la fuerza», a menudo en un sentido violento. Será que hemos olvidado todo lo bueno que la fuerza nos da, será que ignoramos todo lo que nos queda por aprender a través de ella. Parece ser que no hay historia sobre la fuerza que no tenga su lado oscuro. Sin embargo, vamos a hablar del otro, del claro, del bueno.

En el año 1902 en St. Pierre de Martinica (isla del Caribe, República Francesa) ocurrió una erupción volcánica catastrófica y George Hébert, oficial de la armada francesa, coordinó y evacuó heroicamente unas 700 personas. Este acto marcó un punto de inflexión en el porqué de entrenar y ejercitarse, siendo para Hébert necesaria la combinación de habilidades atléticas con coraje y altruismo. A su vez, inspirado por los cuerpos de los indígenas africanos que carecían de entrenamiento, creó un método para el entrenamiento militar que denominó Método Natural bajo el lema être fort pour être utile o «ser fuerte para ser útil» (umparkour.com). A partir de esa idea, a finales del siglo XX, surgieron en Francia el arte del desplazamiento y el parkour inspirados tanto por su particular entrenamiento y resultantes habilidades para el desplazamiento como por su filosofía.

La primera generación de practicantes, los fundadores del arte del desplazamiento (ADD), buscaban a través de sus juegos, retos y movimientos dar respuesta a una pregunta: ¿Qué hace fuerte a un hombre (persona)? o ¿Qué es ser un hombre (persona)? Esto les llevó a cultivar un «espíritu fuerte», y se identificaban a sí mismos como «guerreros», entendiendo que la palabra guerrero no entraña luchar para destruir, sino combatir para mejorarse a sí mismo. Tanto significaba la fuerza en el arte del desplazamiento, que ellos mismos nombraron a su grupo Yamakasi, palabra lingala que significa “hombre fuerte, cuerpo fuerte, espíritu fuerte” (Generación Yamakasi, 2005).

(…) la palabra “fuerte” en el buen sentido es una gran palabra.
Es como el apellido, es decir, eres tú quien le da el valor.

Yann Hnautra, fundador Yamakasi (2005)

Por otra parte, Stephane Vigroux, miembro de la segunda generación de practicantes, reflexionando sobre el fragmento «ser fuerte» del lema «ser fuerte para ser útil» decía que, efectivamente, entrenar para ser físicamente fuerte, capaz y resistente es parte innegable del parkour, y que el entrenamiento debe al mismo tiempo hacerte psicológicamente fuerte para poder superarte, lidiar con tus miedos, tomar decisiones y resolver problemas, ser decidido, estar concentrado, ser valiente, etc. Pero sobre todo, añadía que lo más importante es que eso se aplique en nuestro día a día. Si todo lo que aprendes a través del parkour no lo aplicas en tu vida, es irrelevante (Vigroux, 2017).

En definitiva, la fuerza a la que hacemos referencia con nuestro nombre INDARREZ no es exclusivamente la fuerza física o la potencia, ni menos aún la fuerza bruta. La fuerza de la que hablamos es ante todo una actitud. Una actitud de aprendizaje y auto-superación, de coraje y valentía, de esfuerzo y dedicación; una actitud positiva y un querer mejorarse a diario.

Bienvenido/a al arte del desplazamiento. Bienvenido/a a  INDARREZ.

Referencias:

• Generation Yamakasi, France2 TV, 2005 – [ Fra (VO), Esp, Ing ]
• «To be strong to be useful» (part1), Stephane Vigroux, 2017 – [ Ing (VO), Esp, Eus ]
• Método natural, umparkour.com – [ Esp ]

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